Hoy en día existen una gran diversidad de aceites comestibles en los supermercados, y es un problema porque la mayoría de personas agarra el primero que encuentre sin tener en cuenta los beneficios o desventajas que puedan tener estos en la salud.
Además cada tipo de aceite soporta una determinada temperatura, por lo que algunos serán mejor para freír que otros.
En cambio hay muchas personas que han sacado de su vida los aceites por contener grasa, sin tener en cuenta que igualmente las grasas son importantes, ya que aportan grandes propiedades esenciales para nuestro cuerpo.
Aquí realmente lo importante es que el consumo de aceite sea moderado y el tipo de aceite utilizado. Así que, quédate con nosotros para que puedas saber los distintos tipos de aceites, para qué sirven y sus beneficios.
Índice del artículo
¿Qué tipo de grasas contienen los aceites?
Si hablamos de aceites debemos sin duda hablar de las grasas, ya que los aceites y las grasas están compuestos casi en su totalidad por lípidos. Los aceites que hoy en día conocemos también se les denomina grasas líquidas. Bien, podemos encontrar dos tipos de grasas las saturadas e insaturadas:
Grasas saturadas: Este tipo de grasa es el que se debe reducir su consumo. Las podemos encontrar en alimentos de origen animal, en las carnes rojas (mayormente), aves, lácteos como la leche y sus derivados, embutidos como salchichones, chorizos, salchichas, jamones, entre otros. Por lo que este tipo de grasa se puede obtener de los depósitos adiposos de algunos animales, las grasas más conocidas de los animales, son la manteca de cerdo, el sebo de vacuno, el sebo de cerdo y la mantequilla.
Grasas insaturadas: En cambio las grasas insaturadas las podemos encontrar en alimentos de origen vegetal, como en aceites, nueces, semillas y pescados. Estas grasas se dividen en dos grupos monoinsaturadas la cual contiene Omega 9 o ácido oleico; y las grasas poliinsaturadas que contienen Omega 3, Omega 6 o ácido linoleico. Las grasas poliinsaturadas son necesarias, ya que nuestro cuerpo no las puede sintetizar, por lo que es necesario consumirlas en alimentos.
Las grasas vegetales se obtienen por distintos procedimientos (presión, fusión o extracción de disolventes) de frutos y de semillas oleaginosas. Obteniendo, por ejemplo, la manteca de coco, manteca de palma, manteca de cacao, aceites vegetales, entre otras.
“Insisto en que todas las grasas son importantes y pese a haberse demonizado siempre, la realidad es que lo importante es la fuente de donde proceden y no tanto, el tipo en si. VER: Dieta Cetogénica“
Algunos aceites de origen vegetal
Entre los aceites de origen vegetal podemos encontrar aceites de semillas y grasas de frutos, algunos de ellos son:
Aceites de semillas:
- Aceite de algodón: Se obtienen de las semillas de las plantas de algodón. Este aceite en bruto tiene un color oscuro, su sabor es agradable al paladar y bastante característico, aunque si se refina lo pierde. Es utilizado en aderezos de ensaladas y para freír pero en muy pocas ocasiones. Es muy rico en ácido palmítico y mucho más en linoleico.
- Aceite de cacahuate: El aceite de cacahuates o aceite de maní, se obtiene ya sea por cocción de los maníes o mediante su extracción por prensa hidráulica. Su color es muy claro y aguanta altas temperaturas para freír. Este contiene poliinsaturados y vitamina E.
- Aceite de maíz: El aceite de germen de maíz se utiliza para aderezos de ensaladas y preparar mayonesa y margarinas. Es rico en ácidos grasos poliinsaturados, en vitamina E y vitamina K también contiene vitaminas del complejo B (B1, B2,B5 y B6) y un alto contenido en colesterol.
- Aceite de girasol: Se extrae del prensado de las semillas del girasol. Es rico en Omega 6 lo que ayuda a proteger y reparar los daños de la piel. Y para consumir se utiliza mayormente para freír, ya que es un aceite más económico que la mayoría.
- Aceite de linaza: Las semillas para la preparación de este aceite se extraen de la planta Linum usitatissimum. El aceite de linaza es rico en ácidos grasos, aunque se utiliza poco en las comidas porque se oxida fácilmente. Tiene propiedades antiinflamatorias y ayuda a reducir las manchas de la piel y combatir el acné.
- Aceite de canola: Se obtiene de las semillas de la planta canola. Puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares por su bajo contenido de grasas saturadas (7%), no contiene grasas trans ni colesterol. Como también tiene funciones antioxidantes y controla los niveles de glucosa en la sangre. Se utiliza para ensaladas y frituras, como también para la elaboración de margarinas, mantecas y otros productos.
Aceites de frutos:
- Aceite de palma: Este es el segundo tipo de aceite que más demanda tiene. Se extrae del fruto y de las palmeras. Contiene un elevado porcentaje de ácidos grasos saturados (más del 50%). moderadamente puede ayudar a combatir problemas cardiovasculares pero si se excede su uso sucede al revés, puede aumentar el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
- Aceite de oliva: Es uno de los aceites más utilizados en el ámbito culinario y cosmético. Se obtiene de la oliva o aceitunas cuando ya han madurado. Aportan grandes cantidades de ácidos grasos monoinsaturados. Como mencionamos anteriormente es muy utilizado en las cocinas, así que tiene varios usos como para freír, usar en ensaladas, mayonesas, asar, entre otras. Sus beneficios dependen del proceso de refinado que este tenga, pero alguno de ellos ayuda a reducir el colesterol, protege la piel, controla la glucosa, entre otros.
Desventajas de los aceites vegetales
Al igual que todo lo bueno, los aceites vegetales también tienen sus desventajas. Para nadie es un secreto que estos aceites se han comercializado como muy saludables a comparación de las grasas saturadas. Estas son algunas desventajas de consumir aceites vegetales:
- Los aceites vegetales al ser muy sensibles a la oxidación causada por los radicales libres, hacen que se deterioren las proteínas del aceite y favorezca a la producción de sustancias carcinógenas.
- Al ser alimentos procesados y refinados pierden la mayor parte de sus propiedades en este. Lo que da como resultado a un producto con una cantidad mínima o inexistente de nutrientes, lo que se consideran calorías vacías. Esto para los que son refinados varias veces.
- Sabemos que estos aceites son ricos en ácido linoleico, lo que en su exceso puede producir mayor riesgo de aterosclerosis, trombosis; también un mayor riesgo a sufrir enfermedades cardíacas y oxidación en el colesterol.
Grados (temperatura) que tolera un Aceite
Es la temperatura a la que el aceite comienza a humear, cuanto primero (menos grados necesite) alcance esa temperatura, menos indicado será la freír, por lo que será mejor utilizarla para otro tipo de cocinados o como condimento.
- Oliva: 215° C.
- Aceite de oliva extra virgen: 160° C.
- Girasol refinado: 220° C.
- Girasol sin refinar: 105° C.
- Palma: 230° C.
- Aceite de coco extra virgen: 230° C.
- Aceite de sésamo sin refinar: 170° C.
- Canola: 204° C.
- Cacahuate: 230° C.
¿Cuándo deberías cambiar el aceite?
Todos hemos reutilizado aceite en alguna ocasión, de hecho, las aceiteras que encontramos en la cocina tienen la misión de guardar el aceite que sobre tras una fritura para utilizarlo después. La mayoría de ellas tienen una tapa que se levanta, acompañada de un filtro para retener las impurezas generada y un recipiente donde se acumula el aceite, para dejarlo listo para la próxima.
- Material Cristal
- Aceitera Antigoteo cristal
- Capacidad " 250cc
- Capacidad 500cl.
- Acero inoxidable 18/10.
- Antigoteo.
No deberías reutilizar ese aceite si:
- Quedan posos en el fondo
- Tiene un olor a rancio
- Cuando vas a utilizarla, humea antes de los 185º
- Recuerda que cuanto más puro es el aceite, menos temperatura necesita, así que no olvies ajustar tiempos y temperaturas en función del que utilices.
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